Mientras recorres la impresionante Garganta Jaranda en el viaje desde Jarandilla de la Vera hacia el pintoresco Guijo de Santa Bárbara, te toparás con uno de los tesoros naturales más cautivadores de la región: el Charco de la Máquina. Este es el apelativo que los lugareños de Guijo de Santa Bárbara le han otorgado a una de las muchas piscinas naturales que salpican la zona.
El Charco de la Máquina
A pesar de la existencia de varias opciones, esta en particular destaca por su proximidad al pueblo y su sencillo acceso, al encontrarse a pocos metros de la carretera que une estas dos localidades de La Vera.
Si orientas tu mirada río abajo, te toparás con un pequeño muro artificial que, durante la estación estival, funciona como una suerte de presa gracias a unas láminas de acero. En este lugar se retienen las aguas gélidas y transparentes de la Garganta Jaranda, dando vida a una de las piscinas naturales más revitalizantes de toda la comarca de La Vera.
El agua que aquí fluye proviene de la majestuosa Sierra del Trabuquete, y en algunos años, incluso hacia finales de junio, aún puedes encontrar vestigios de nieve en sus cumbres.
En los alrededores de la piscina natural del Guijo de Santa Bárbara, hallarás un acogedor chiringuito que suele abrir sus puertas en la temporada estival. Aquí, puedes deleitarte con bebidas refrescantes y saborear los manjares típicos de La Vera, todo ello mientras te relajas junto a la frescura del valle de la Garganta Jaranda. Este lugar se erige como un destino ideal para recargar energías y disfrutar de momentos inolvidables en este entorno natural de ensueño.
