Madrigal de la Vera es un encantador municipio y localidad española que se encuentra en la provincia de Cáceres, en la comunidad autónoma de Extremadura. Este pintoresco lugar, integrante de la mancomunidad de La Vera, alberga una población de 1543 habitantes según datos del INE de 2022. Limita al norte y este con las comunidades de Castilla y León, concretamente con los municipios de Bohoyo y Candeleda, y al sur, con la comunidad de Castilla-La Mancha, específicamente con el municipio de Oropesa. Únicamente comparte frontera con un municipio extremeño, Villanueva de la Vera, al oeste.
El nombre de Madrigal de la Vera es un topónimo que se encuentra en otras zonas de la geografía castellana, como por ejemplo, Madrigal de las Altas Torres. Riesco Chueca ha analizado las diversas aportaciones y matices relacionados con un paraje también llamado Madrigal, ubicado en el término municipal del pueblo salmantino de Calzada de Valdunciel.
Madrigal de la Vera está situado en el norte de la provincia de Cáceres, en la región de Extremadura. Descansa a los pies de la majestuosa sierra de Gredos, que forma parte del Sistema Central. Uno de sus mayores tesoros naturales es la garganta de Alardos, que suministra sus aguas a la localidad. Rodeado por las provincias de Ávila y Toledo, este enclave es un paraíso para los amantes de la caza mayor y la pesca, gracias a su proximidad a la sierra de Gredos.
El núcleo urbano de Madrigal de la Vera es un auténtico deleite para los sentidos, con sus estrechas calles y casas típicas veratas que reflejan la autenticidad de la región. El aroma del pimentón fresco molido impregna el ambiente. Cada estación del año ofrece su propia belleza en este municipio, y los visitantes pueden disfrutar de servicios de hostelería y alojamientos de alta calidad durante su estancia.
Historia.
Los antiguos pobladores de Madrigal de la Vera desempeñan un papel importante en la historia de la región, y sus huellas se extienden desde la Edad del Hierro hasta la época romana y más allá. En la garganta de Alardos, cerca del mirador y del complejo de La Mata, se ha descubierto una necrópolis que data del siglo V a.C. Este fascinante hallazgo arqueológico, excavado y documentado por Antonio González Cordero, arroja luz sobre las raíces de nuestra comunidad y su antiguo asentamiento.
Una vez establecidos en el castro vettón de El Raso de Candeleda, nuestros ancestros encontraron un hogar permanente, aunque fueron dejados de lado por los romanos durante un tiempo. Sin embargo, la adaptación eventualmente los llevó a abandonar sus fortificaciones y regresar a las fértiles llanuras, como lo atestiguan los restos romanos documentados cerca del actual depósito de agua, incluyendo un intrigante ara romana sin inscripciones.
El puente que hoy conocemos como romano en realidad data del siglo XVIII, pero en la zona probablemente existía un puente o vado que conectaba con los alrededores de Chilla. Esto se refleja en un antiguo camino ibérico que partía de la Madre Vieja, cerca de San Bernardo, y se perdía en las inmediaciones de Chilla, posiblemente sirviendo como base para el Puente Viejo actual.
En el siglo XIII, Madrigal de la Vera, entonces conocido como Madrigalejo, era una aldea de Plasencia. Sin embargo, con el tiempo, logró independizarse junto con Talaveruela del Señorío de Valverde.
La estratégica ubicación geográfica de Madrigal, junto con su abundante suministro de agua, sugiere que pudo haber tenido una población considerable en el pasado. Esto se refleja en la ubicación original de su iglesia en las afueras del pueblo, aunque en el siglo XX, debido a la mejora de las comunicaciones por carretera, Madrigal se ha expandido hacia el sur con numerosas construcciones nuevas, marcando su evolución a lo largo de los siglos.
Qué ver en Madrigal de la Vera
Iglesia parroquial católica bajo la advocación de San Pedro Apóstol, ubicada en Madrigal de la Vera, es un tesoro arquitectónico que enriquece nuestra comunidad. Forma parte de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz, en la Diócesis de Plasencia y pertenece al Arciprestazgo de Jaraíz de la Vera.
La belleza de Madrigal de la Vera se manifiesta en su arquitectura tradicional, que perdura en la parte alta del pueblo. Allí, las calles emanan el encanto rústico verato con casas de adobe y entramados de madera que transportan a épocas pasadas. Los rincones de este lugar invitan a perderse y apreciar su singularidad.
El entorno natural de Madrigal de la Vera es igualmente impresionante, con colinas escarpadas cubiertas de monte bajo y pastizales, bosques frondosos y cuidados huertos que abastecen a la comunidad. El pueblo se presenta con casas agrupadas alrededor de la plaza vieja, donde abundan construcciones de piedra y adobe, así como balconajes de madera característicos. Las Vegas del Tiétar, por su parte, destacan por sus plantaciones de tabaco, pimiento y otros cultivos que enriquecen la vida rural de la región.
Garganta de Alardos
La garganta de Alardos, un verdadero tesoro natural, se encuentra en el encantador pueblo de Madrigal de la Vera. Este lugar mágico se caracteriza por formar varios charcos naturales que, a su vez, se convierten en piscinas naturales perfectas para refrescarse y escapar del calor estival. Estos charcos son tan especiales que cada uno de ellos tiene su nombre propio, lo que demuestra la estrecha relación que los habitantes de este municipio cacereño tienen con esta maravilla natural.
Pero la importancia de la garganta de Alardos va más allá de su atractivo como lugar de baño. Este paraje se destaca por su excepcional estado de conservación, tanto en lo que respecta a la vegetación como a la fauna que lo habita. En este entorno, está estrictamente prohibida la pesca, la acampada libre y cualquier actividad que involucre fuego, lo que garantiza la preservación de su belleza natural.
Si estás planeando unas vacaciones de verano en la región, la garganta de Alardos es el destino ideal. En sus alrededores, encontrarás una variedad de establecimientos hoteleros y restaurantes donde podrás disfrutar de la deliciosa gastronomía local.
Además de relajarte en las piscinas naturales, Madrigal de la Vera y toda La Vera ofrecen una amplia gama de opciones para el turismo activo. Una experiencia imperdible es el emocionante descenso de la Garganta de la Hoz, que te permitirá explorar aún más esta hermosa región.
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